6 consejos para limpiar tus muebles de madera
Para mantener tus muebles de madera como el primer día, más que limpiar toma una serie de precauciones
Seguramente, la mayoría de muebles de tu casa son de madera. La mesa, las vitrinas, la mesa de centro, el cabecero o el aparador son muebles que utilizas todos los días, por lo que, si quieres que luzcan como el primer día, debes cuidarlos y mantenerlos con una serie de tareas. La madera es uno de los materiales favoritos para decorar nuestros hogares: aporta calidez, crea ambientes muy agardables y acogedores, funciona como regulador de la humedad y su sensación al tacto es indescriptible. Eso sin contar con la belleza y singularidad de las vetas de la madera, que hacen que cada mueble sea único. Por eso, son necesarios varios cuidados así como tomar una serie de precauciones para que tu mesa. No se trata solo de limpiarla con los productos y de la forma adecuada, sino que también tendréis que tener cuidado en el día a día para mantenerlos en perfecto estado. Aunque la madera es un material que destaca por su solidez y resistencia, es bastante delicado frente a los rayones, los líquidos, las altas temperaturas o la exposición a la lluvia o el sol y más si está en el exterior. Con un poco de atención y cuidado, esa mesa de madera maciza que corona tu comedor podrá pasar en tu familia, al menos, un par de generaciones si sabes cómo conservarla.
Si cuidas tu mesa de comedor, la mantendrás en perfecto estado durante muchos años.
1. Posavasos y sobreplatos, imprescindibles
La primera precaución que debes tener con una mesa de madera maciza es durante el día a día. Cada vez que utilicéis la mesa para desayunar, comer o cenar, emplead sobreplatos y posavasos para proteger la mesa de posibles marcas de humedad o calor que puedan transmitir los vasos, con las bebidas frías, y los platos, cuando es caliente. Por supuesto, la mejor opción siempre es utilizar un mantel, así como un protector de mesa: son impermeables y acolchados, lo que la protegerá también de los golpes.
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3. Utiliza productos específicos
Ante la duda, no emplees ningún producto abrasivo, como amoniaco o alcohol, o del que no te fíes. Es siempre mejor utilizar productos específicos para cuidar la madera. Y lee siempre bien las instrucciones. Seguro que muchas veces echas el producto por la superficie del mueble, cuando lo más aconsejable es hacerlo mediante una bayeta o trapo. Si el acabado de la madera es natural, utiliza ceras o aceites; mientras que si tiene un acabado lacado, muchas veces con un trapo húmedo con jabón neutro será suficiente.
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5. Cuidado en mudanzas y traslados
Si estás pensando en cambiar de ciudad o en regalar a tu hija ese aparador de madera maciza que tango le gusta, debes tener cuidado al mover las piezas, ya que las mudanzas y traslados pueden resultar "peligrosos" para nuestros bienes más preciados. Si lo haces tú, asegúrate de que levantáis los muebles entre varias personas y lo desplazáis con delicadeza, especialmente en esquinas, puertas y escaleras. Si contratas una empresa, vigila que sean cautelosos y traten los muebles y cajas con cuidado y evitando posibles golpes.
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2. Presta atención a los cambios de humedad
Si tienes una casa en una zona costera o de montaña con mucha humedad, debes prestar especial atención a tus muebles de madera durante los meses más fríos del año. Cierto es que la madera funciona como reguladora de la humedad, de hecho, absorbe toda la que puede. Por eso, en ambientes demasiado húmedos, es aconsejable utilizar aceites, lasures o barnices permeables, de manera que permitan la entrada y salida de humedad, evitando la aparición de hongos o insectos.
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4. Realiza una limpieza diaria
Aunque puede resultar una actividad un poco tediosa en un principio, en realidad solo te llevará unos minutos al día y verás cómo tus muebles se mantienen como nuevos durante más tiempo. Además, de esta manera, siempre tendrás la casa en perfecto estado de revista en el caso de que recibas visitas de última hora. Utiliza un trapo seco –también te valdría un plumero– y limpia a diario tus muebles de madera o, al menos, un par de veces o tres a la semana.
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6. Sol y calor, enemigos de tus muebles
La madera tiene unos enemigos íntimos: el sol y el calor. Al decorar tu casa, ten cuidado ubicar tus muebles de madera, especialmente si son de madera maciza, y evita los rayos directos. El sol puede agrietar y envejecer la madera, al igual que el calor. De hecho, es fundamental evitar las fuentes de calor como platos calientes o cazuelas. También nos solemos despistar con la cafetera italiana. Y no emplees ceniceros con una base metálica o demasiado fina encima de la mesa: el calor del cigarro también puede dañar tu mesa de madera.
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