Disfruta en tu casa con las aventuras de Corto Maltés

Las aventuras de Corto Maltés ya forman parte del imaginario del siglo XX. Este año se celebra el 50 aniversario de su aparición

21/08/2017 11:23

De los confines del mar Pacífico, al Triángulo de las Bermudas, pasando Venecia, Siberia, Japón o Argentina, os traemos la historia de Corto Maltés, Corto Maltese en su versión original en italiano. Según su propia historia, Corto Maltés nace en La Valetta (Malta) el 10 de julio de 1887, hijo de una gitana sevillana, conocida como la Niña de Gibraltar y modelo del pintor Ingres, y un marinero de la Royal Navy procedente de Cornualles (Inglaterra). Este origen exótico, mas que explicar el carácter del personaje, le aporta aún más misterio y misticismo.

Es Hugo Pratt quien nos cuenta, en 12 tomos o historietas, las aventuras de este elegante y carismático marinero convertido ya en parte del imaginario del siglo XX. La primera, “La balada del mar salado”, fue publicada en 1967, aunque en esta ocasión el marinero no era el protagonista, sino un personaje secundario. Pero con el tiempo fue cobrando vida y acabó transformándose en uno de los protagonistas más verosímiles de la ficción europea del siglo XX.

Hugo Pratt (Playa de Lido, Italia, 1927 - Grandvaux, Suiza, 20 de agosto de 1995) es el autor de las aventuras de Corto Maltés, una especie de alter ego del autor y con el que muchas veces se confunde. Pratt era descendiente de sefardíes convertidos al cristianismo después del exilio. Extraordinariamente culto y erudito, en sus obras hay muchas referencias históricas y culturales que aportan realismo y credibilidad tanto a sus dibujos como a sus guiones. La vida del veneciano se caracteriza por estar plagada de viajes, dándole todo el material necesario para crear una de las historietas más influyentes del siglo XX.

Parte de su atractivo procede de la exactitud cronológica de sus aventuras, con una historia que le relaciona con personas reales como Stalin, Jack London, james Joyce, Rasputín o John Reed. Su carácter irónico y soñador se funden con su aspecto mediterráneo y su cultura anglosajona, muestra de los orígenes del marinero. Pero Corto Maltés no es un héroe, sino un antihéroe que prefiere la libertad y la fantasía antes que la riqueza, un moderno Ulises capaz de hacernos viajar por los lugares más fascinantes del mundo.

La infancia de Corto Maltés se desarrolla entre Gibraltar, lugar en el que se conocieron sus padres, y Córdoba. Es en Córdoba y siendo adolescente, cuando una amiga de su madre quiso adivinarle el porvenir leyéndole la mano; para su sorpresa, descubrió que le faltaba la línea de la fortuna. Entonces el joven Corto, sin dudar ni un momento, cogió una de las navajas de afeitar de su padre y se trazó una a su gusto, larga y sin fisuras. Sus primeras andanzas marineras comienzan a sus 17 años, cuando empieza a viajar por el mundo como marinero a bordo del Vanidad Dorada, un magnífico buque de tres palos.

A través de los ojos de Corto, o más bien de los de Pratt, nos asomamos a los cambios políticos propios de principios del siglo XX, a la muerte de imperios centenarios, a la lucha de la África colonizada o a la China y la Rusia revolucionarias o la búsqueda del continente perdido. Corto Maltés vive sus aventuras en un tiempo en el que los sables convivían con las armas de fuego, los caballos con los tanques y las largas travesías marítimas con los coches.

Según las propias palabras de Corto: “Conocí a Rasputín, a Jack London y a tantos otros, aprendí a bailar el tango en Buenos Aires, en las Antillas y Brasil conocí a Esmeralda y los ritos del vudú. Y luego fueron las Indias, la China, las islas del Caribe entre apacibles verandas y tiroteos, y las del Pacífico, con Escondida, la más extraña de todas, entre monjes y piratas. He visto un tren cargado de oro precipitarse en un lago helado de Mongolia, he compartido los silencios del desierto con un guerrero, el verde y las lágrimas con una hermosísima hada irlandesa, he buscado joyas y sueños imposibles por los canales y sobre los tejados de Venecia”.

50 años de “La balada del mar salado”

En 1967 se publicó “La balada del mar salado” en la revista Sgt. King, de reciente aparición. Estos 50 años han situado al antihéroe a la cabeza de las novelas gráficas europeas del siglo XX. La historieta de Pratt rápidamente se hizo célebre gracias a su singularidad: un relato de largo alcance en el que todos los personajes van mostrándose uno a uno, cautivando al lector de manera inesperada. De hecho, como ya hemos comentado, Corto Maltés hace su aparición como personaje secundario: un náufrago que irrumpe en la historia por casualidad, pero que acaba haciéndose con el papel protagonista y conquista un lugar de primer plano en la historia. Lo cierto es que es una actitud muy de Corto Maltés. Con motivo de su 50 aniversario se ha editado “La balada del mar salado” en un formato considerable, con una galería de dibujos muy poco conocidos y un estupendo epílogo que nos acerca a descubrir todas que ha tenido la historia en el cine.

Corto Maltés en Portobellostreet.es

Ahora, podemos recuperar las historias de este aventurero incansable y vagabundo de los mares gracias a la colección Corto Maltese de Capo D’Opera. Un mobiliario que recrea las historias de este antihéroe carismático a través de bellos muebles lacados. Aparadores, mesas de salón, librerías y sinfonieres muestran escenas de las fascinantes hazañas de este singular personaje.

Esta colección, creada por Manuela Pelizzon y Silvano Pierdonà, recrea algunas de las escenas de la novela gráfica en riguroso blanco y negro, siguiendo las directrices de las primeras publicaciones del cómic.