La silla Hill House, también conocida como silla Mackintosh
La silla Hill House, también conocida como silla Mackintosh, gracias al nombre de su diseñador, el escocés Charles Rennie Mackintosh (1868-1928), fue uno de los primeros diseños del Movimiento Moderno.
Mackintosh saltó a la fama después de exponer sus muebles en la Secession de Viena en 1900 y formó parte del grupo “Los cuatro” de Glasgow, creado en 1897, siendo su principal figura.
Fue también el máximo exponente del Art Nouveau escocés y su objetivo era reformar rompiendo con el pasado.
La silla Mackintosh, diseñada en 1902 para decorar el dormitorio de la casa Hill House a las afueras de Glasgow, es una de sus piezas más representativas y aúna influencia modernista y japonesa, lo que se puede observar en sus líneas rectas y en la cuadrícula con la que termina el respaldo, que hace referencia a los gráficos abstractos del diseño japonés.
La silla se caracteriza por su alto respaldo de formas rectas, de 141 cm de altura, lo que le da una gran fuerza y protagonismo. Esta pieza parece casi una escultura y su objetivo principal es más decorativo que funcional, un objeto cotidiano convertido en obra de arte que poder admirar y contemplar en el día a día.
A pesar de que esta silla tiene más de 100 años, hoy en día sigue siendo muy actual con sus líneas sobrias y su geometría y puede colocarse en dormitorios y salones de estilo minimalista o de diseño. Para que resalte más, debe colocarse apoyada a una pared y es capaz por sí sola de dotar a cualquier estancia de estilo y carácter.
Aunque el original se realizó en madera de roble lacada en blanco, en la actualidad puede adquirirse a través de la firma italiana Cassina que la comercializa desde el año 1973 en madera lacada en negro con el asiento tapizado en terciopelo verde o rosa.
Lo más característico es su alto respaldo de formas rectas, de 141 cm de altura, lo que le da una gran fuerza y protagonismo. Esta pieza parece casi una escultura y su objetivo principal es más decorativo que funcional, un objeto cotidiano convertido en obra de arte que poder admirar y contemplar en el día a día.
A pesar de que esta silla tiene más de 100 años, hoy en día sigue siendo muy actual con sus líneas sobrias y su geometría y puede colocarse en dormitorios y salones de estilo minimalista o de diseño. Para que resalte más, debe colocarse apoyada a una pared y es capaz por sí sola de dotar cualquier estancia de estilo y carácter.
Aunque el original se realizó en madera de roble lacada en blanco, en la actualidad puede adquirirse a través de la firma italiana Cassina que la comercializa desde el año 1973 en madera lacada en negro con el asiento tapizado en terciopelo verde o rosa.
Charles Rennie Mackintosh tuvo vocación por la arquitectura desde una edad temprana, pero su padre no lo aprobaba, por lo cual se vio obligado a estudiar en cursos nocturnos y compaginar los estudios con el trabajo profesional. Sin embargo, demostró rápidamente que tenía mucho talento por lo que consiguió muchos premios y becas lo que le permitió poder estudiar en Europa. A su regreso, se incorporó al estudio Honeyman & Keppie y, poco después, fundó el grupo The Four con J. H. MacNair y las hermanas Frances y Margareth MacDonald, con quien contrajo matrimonio posteriormente.
El grupo se dedicó en particular al diseño y la decoración de todo tipo de objetos y destacó con su estilo abstracto y de gran pureza lineal. La participación de The Four, en 1895, en la exposición de Arts & Crafts de Londres, propició su lanzamiento internacional, gracias a los favorables artículos que escribió el famoso crítico Gleeson White, a quien impresionaron sobre todo los muebles diseñados por Mackintosh, de roble tratado al natural y ornamentados con detalles de una gran simplicidad.
Mientras tanto, Mackintosh se ocupó también de la construcción de la Escuela de Arte de Glasgow y de algunos otros edificios en la misma ciudad y sus alrededores. Estos edificios se caracterizan sobre todo por el empleo de la línea recta, la forma cúbica y la combinación de simetría y asimetría.
Después de la guerra, al afirmarse las nuevas tendencias arquitectónicas, Mackintosh no recibió más encargos y se retiró a Port-Vendres, en Francia, donde se dedicó a la pintura.
La silla aúna influencia modernista y japonesa, lo que se puede observar en sus líneas rectas y en la cuadrícula con la que termina el respaldo, que hace referencia a los gráficos abstractos del diseño japonés.
The Visual Impact of Charles Rennie Mackintosh Furniture
Imágenes cortesía de Bodew y Cassina.