Guadarte
Especialistas en la parte más alta del mercado de la decoración
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¿Qué tienen en común el Chateâu de los Beckham en Saint-Tropez, uno de los palacetes marbellíes del actual rey de Arabia Saudí o el del emir de Catar en el pequeño país del golfo y el resort Abama de Ritz-Carlton en Tenerife?
Que la mayor parte del mobiliario y la decoración procede de Alcalá de Guadaira. A las afueras de esa localidad sevillana de poco más de 70.000 habitantes se levanta un polígono industrial que pertenece a una misma empresa y que en sus 25.000 metros cuadrados cuenta con una de las mayores concentraciones de artesanos de toda España, con herreros y especialistas en forja artística, carpinteros y ebanistas, ceramistas, pintores... “Muchos han heredado el oficio de sus padres y se lo traspasarán a sus hijos. Este complejo, que está totalmente integrado, es uno de nuestros principales valores diferenciales frente a la competencia, que normalmente se trae los muebles de la India o China y, en algunos casos, los adaptan después en España”, afirma David Muñoz, director comercial y de marketing de Guadarte. Su padre, Manuel Muñoz Medina, creó este pequeño gigante de la alta decoración en 1980. Hoy sigue siendo el presidente del grupo y el dueño del timón de un barco que ya tiene a dos de sus siete hijos en el puente de mando junto a él. Garrigues les ha diseñado el protocolo familiar. El patriarca entró a trabajar a los 16 años en una herrería sevillana, en la que llegó a ser primer oficial y después fue comercial. Ahí descubrió que la venta era lo suyo y, como sabía el oficio, conocía a muchos artesanos y tenía contacto con los clientes, decidió montar su propia empresa.
Esta empresa sevillana ha sobrevivido a la montaña rusa en que se convirtió el negocio primero con el boom de la economía y la burbuja inmobiliaria, una época que disparó los ingresos hasta los 20 millones de euros y en la que llegaron a tener 250 empleados, y después con la crisis, que supuso el cierre de muchas empresas del sector y los obligó a salir al exterior. Hoy tienen 65 empleados y este año prevén facturar ocho millones, pero nunca han dejado de dar beneficios, que reinvierten en el negocio. “Exportamos el 50% de nuestra producción y ya estamos en 42 países. Acabamos de entrar en Singapur como primer paso para atacar el mercado asiático. Esperamos mucho de Rusia, aunque hemos perdido algún pedido por la crisis ucraniana, y también de los emergentes. Vendemos mucho en Latinoamérica y ya estamos preparados para la apertura de Irán. Pero no somos ambiciosos con las cifras, nuestro objetivo es consolidar lo que tenemos”, comenta David Muñoz, que reconoce que ha comprado en Ikea, “aunque complementos, no muebles. En cambio nosotros sí les hemos amueblado sus casas de Estocolmo y Palma”.
Ellos son especialistas en la parte más alta del mercado de la decoración y un sofá suyo puede costar 1.500 euros, pero también 15.000 o más, “todo depende de la tela que le pongas”, dice. Guadarte no tiene tienda, o trabaja bajo pedido o sus muebles y complementos los exponen otros, como El arte Inglés, donde están desde hace 30 años. Otro de sus valores diferenciales es su equipo de diseñadores, con nombres reconocidos en el sector como Jos Van Dijck, Jean Baptiste, Pedro Peña y Renato Costa.
El mueble es el grueso de su negocio, pero el producto estrella de Guadarte “es el ambiente”, dice Muñoz. De hecho, eso es lo que venden en las ferias, su gran escaparate comercial y donde montan su propios show. “La gente viene a ver qué hacemos cada año. Victoria Beckham nos conoció en Ifema, en Intergift, donde volveremos a estar.